Los vinos de Toro cuentan con una antiquísima tradición. Sus orígenes son anteriores incluso al asentamiento de los romanos en la zona.
Desde siempre han sido vinos de gran calidad, muy apreciados. En la Edad Media, por su extraordinaria calidad, se le concedió privilegios reales que permitían su comercialización en ciudades donde la venta de otros vinos estaba prohibida.
De esa tradición en la elaboración de vino han ido bebiendo generación tras generación, así hoy en día se elaboran auténticas maravillas en la zona.
Frutos Villar fue la primera bodega en asentarse y comercializar vino de Toro, hacia 1920.
HISTORIA
A principios de este siglo comienza la andadura profesional de la familia Frutos Villar dentro del mercado regional vinícola, contratando y vendiendo a nivel local vinos de la Denominación de Origen Toro.
Desde sus inicios, Frutos Villar se ha caracterizado por buscar la calidad entre los pequeños bodegueros que no podían satisfacer la demanda del mercado existente, atendiendo siempre a las exigencias y preferencias de los clientes.
Tal fue la expansión y desarrollo de esta incipiente empresa familiar que, primero, en el año 1920 y debido a la creciente demanda constituye la primera bodega en la localidad de Toro (Zamora – España) con la finalidad de superar y mejorar la producción, en años sucesivos adquiere viñedo propio con una extensión total de 94 Hectáreas.
La elección de la ubicación de esta primera bodega radica en el hecho de ser Toro una de las zonas viníferas más antigua de España, caracterizada por la calidad y originalidad de sus tintos.